
Nunca lo puedo decir como debería, como nunca te tengo al lado el tiempo necesario, y esto se hace una agonia, corriendo a contracorriente, ya no sé los que estan de mi bando y los que se cayeron ya del barco.
Mi ilusión se dibuja en tus ojos, y nunca me quedé tan obsoleto al mirar unos, y jamás imaginaría besandote los labios... eso solo es para afortunados, y yo la fortuna la aposté jugando con el destino para encontrarte.
Jamás me habia quedado sin palabras, pero que le voy a culpar a la suerte si ella me ha llevado junto a ti, culparé a mi mente, que no sabe que decirme cuando pienso en recordarte y estas tapada por mi corazon que te protege y te oculta, en un mar de esperanza y secretismo.
Angel Bueno....
hoy sin nada que decir. Y no me pregunto porqué.
1 comentario:
"y yo la fortuna la aposté jugando con el destino para encontrarte."
¡Ratatatata! ¡Jugóoooon!.
Creeme si te digo que es de lo mejorcito que te he leído (el texto entero, no sólo esa frase).
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