lunes, 14 de noviembre de 2011

El área bajo la curva, de un latido.


Juego a no saber.
Ni sé a que viene esto, ni sé si podré con ello.
Ni me preocupa el sueño, ni me deja comer el fracaso.
Mis dedos aprenden ahora a dibujar al aire, misterios opacos... vergüenza desnuda.
Si me dieras a elegir...
No al dolor sin control, y si a la oportunidad de poder decidir... si es por ti o por mi.

Esto no es nuevo, o si.
Esto es de nuevo, viejo, o no.





Hablemos de ello... alomejor ayuda...
Suenas a aroma, tras el despido de tu espalda a mi mirada... suenas a vestido cuando en mis sueños caminas desnuda y no dejas atrás ni mi aliento, ni mi recuerdo.
Eres fugaz entre mis dedos tanto como entre mi voluntad. Imposible contra esta verdad que acaba con mis latidos... y verdad si solo los escucho a ellos.

Difícil sentir sin ser sentido, como quién compra a ciegas, el mayor impulso y único resguardo al que una persona se puede aferrar.
Mi silencio.
Y si no tengo nada más... es porque te lo has llevado.


Déjame que te diga algo más...
... me incomoda que juegues con los sentidos cuando caminas, y que dejes ese rastro para que yo pueda dibujarlo detrás tuyo.
Me incomoda que tenga que despedir a mi boca para poderme guiar solo con mi pecho cuando me das la palabra. No logro mirarte cuando me das el momento, y tampoco sentirte como me dejas cuando debo y no puedo, porque me colapso y despido inseguridad y alevosía contra esta mi mente que me fustiga y este mi pecho que no controla, lo que quiero.



Algunos acabarían rápido y sencillo.
Yo escribo esto para poder quedarme tranquilo.
Dentro de poco volveré a sentir lo mismo y no sé si lograré mantenerme cuerdo.
O si ya no lo estoy.
O si nunca lo estuve... y esto es producto del final de esta enfermedad.
...
En todo caso...
No sientas esto si te obligas a acabarlo, ni leas el final si con el principio surgieron preguntas...
La duda se sella con un punto y en tus manos está... que sea seguido. O aparte.

















Angel Bueno Luna.
Historias de imágenes e imágenes que visten historias... peores que las que diseñan tus deseos.
La verdad entre la mentira es la peor realidad que una persona puede esconder, y la mejor novela de amor que el ser humano haya guardado...
Como celoso de que algún día alguno de nosotros, descubra el secreto y acabe con esta pasión y desdicha que es...









...Más vale amar y haber perdido que nunca haber amado.







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