jueves, 26 de agosto de 2010

encerraDos, con VMC. (ventilación mecánica controlada).


Guardo al vacío, los silencios que nos acarician después de cada sonrisa.
Descanso, sobre miles de argumentos que desearían marchar y empezar de cero.
Sin tí en mi mente. Pero si en lo más profundo de mi...

Es un secreto.
Que se evapora cuando inhibo con el alcohol, las ganas de tenerte cerca.
Y no me cada otra cosa que huir, y contar al día siguiente, cuantas copas de errores hinchan esta vergüenza en la taza del bater.


...
Existo por casualidad.
La misma que te llevó a mi lado.
Esta que nos presenta la oportunidad...
De hacer como si no nos hubiéramos conocido.
Jamás.


Vieja y amargada.
Injusta y desesperada.
Deseada y reprimida.
Casualidad.




...




Un manto enorme de hechos, completos inmaduros hechos a mano.
Y encima nosotros dos.
Bastardos del destino.
Convertidos en el diamante más bruto que jamás podremos depurar.
Voluntades hechas muros.
Altos como nuestros egos.
Tapian estas paredes de esta pequeña habitación, y nos separan.
Hasta que sepamos...
...
Los dos...
Despertar.

Y después...
Hasta que queramos...
...
Los dos...
Abrir los ojos.












Angel Bueno.

Hay diarios que no se escriben con papel y boli.
Existe algo, que impregna nuestra mente de hojas y hojas de vivencias y pensamientos...
Que empapelan el enorme solar que nunca sabemos amueblar, solo, no firmar contratos y abandonarlos donde jamás nadie los encontrará...
En este enorme diario...
Que escondes en tu solar.
Y que un día...
te decidirás a borrar y a amueblar.

Y ese día te darás cuenta...
Que hay demasiado espacio para tí sola.

lunes, 16 de agosto de 2010

ciruGía a coraZón, perdido en aLgún luGar.


¿estoy solo?
sólo, estoy.
Por estar.
En cualquier lugar.
Al que no sepas llegar.
... o tampoco te interese.


Saber, qué es de mi.
Y de mis secretos.
De los que te enamoraste al primer contacto...
los que ignorabas en el último.



Sigo rozando solo, el cielo, por rozar, por saber, si descubro de una vez... cuál es mi lugar.
Entre tanta luz, es difícil caminar y no tropezar en la primera estrella que te prometa... un rincón de íntima oscuridad.
Para los dos.
Para olvidar.
De dónde vienes y dónde vas.
...



Sigo estudiando, los gestos más adecuados, para que vuelvas a ser.
La reina de cada esquina de mi alegría.
Y te mudes de esta cabeza preocupada, agobiada, inflamada... con esta PIC elevada... hay algo que no me deja verte bien... y es eso.
Que vives demasiado ahí.
Que no distingo bien, entre la soledad contigo y sin tí.
Y ese es el problema...




Aún escribo.
Relatos con falso futuro.
Que hablan de dos, o tres, o un sólo, ¿pa' qué más?
Si la canción acompaña lo suficiente como para que las palabras salgan solas y bailen... por bailar... su fugaz instante, que tienen sentido, dentro de tí.
O de tí.
O de tí.
O de mí.








O de tí. O de usted.
Si me falta por conocer.







Aún olvido.
Esos trozos que rasgan mis sentimientos.
Y sacudo bien mi piel.
Para que desprendan las partículas vulgares que no dejan respirar... a estos pulmones cansados, de tanto intentarlo.
...




Aún soy.
Quién te enamoró.
Recuérdalo, recuérdame.
No soy quién en tu mente me he llegado a convertir.
Soy quién te hace reír.
Pero también llorar.
Y si no es así...
Hazte con la última colección del club de la comedia... o de los poetas muertos. Que harán efecto, antes de mi.
Soy el imperfecto.
Que llego 15 minutos antes.
Por no hacer tarde. A donde haga falta estar.
... o no haga falta, sino necesidad.












Angel Bueno.

ya sea apropósito o no.
El dolor es ulcerante.
Sin meditarlo sin remediarlo.
Es de obligada su presencia cuando el cambio llama a tu puerta.
Y...
no hay remedio.



Esta cirugía se te está yendo de las manos.
Y cicatrizo bastante mal...
Ten cerca el cauterizador, y haz olvidar a este ritmo sinusal... cómo seguir tus pasos.
Esta arritmia es mortal.
Terminala.
O desfibrilame ya.

martes, 10 de agosto de 2010

Miocardio orbitando. Anatomía del tiemPo.



Demasiados borradores.
Y palabras vacías con comas conocidas.
Inundado y agotado me encuentro.
Entre sentimientos bastardos, que invaden esta cabeza y expulsan al corazón... a otra dimensión.
A otro sueño.
...
A otro mediastino.
Que quepa mejor.




Estoy aburrido.
De respirar con dificultad. Y despertarme a media noche con la boca abierta...
Con los sueños interrumpidos.
Por pulmones traicioneros.
Que odian llenarse hasta luxar el diafragma.
Y que duelan hasta las costillas...



Y dolor.
Pequeño dolor.
Que quepa en esta maleta.
Y que haga su trabajo.
Que vaya conmigo a todas partes.
Como la mejor amante... que huye de mi rostro de adolescente cada vez que me preguntas si te quiero.
O no.






Varias explicaciones.
Que se reparten siempre por medio organismo.
Vivo o no.
No para de latir.
Comprovar si sabe sentir o pensar.
Comprovar si vale la pena intentarlo o por lo menos provarlo...
Es catabolizar la última oportunidad que ofrece...
Esta explicación.
Esta decisión.
Este organismo...
que vivo o no...

No para de latir.










Angel Bueno.

Parece, a veces.
Que un final te sabe a poco, solo cuando lo has vivido.
Que rezas para no llegar a él y después rezas de nuevo para volverlo a ver.
Es doloroso.
Es aburrido y angustioso.
Comprovar.
Que la realidad vive al vacío y que tú necesitas de oxigeno.
Para vivirla.



...

Y es esa incoherencia la que te hace luchar por no llegar al mañana y para cuando llegas... pedir otro mañana como el ayer, cerrando las puertas al próximo tren.
Y que tengamos a partir de ese momento, solo ojos para ese momento...
crea en nuestro entorno... un mundo paliativo... que agota las posibilidades de ver más allá.
Sin saber por qué... pero te ves muerto cada noche en el sofá.


Juzguen ahora.
Que es más extraño.
Querer o esperar.
Cuando (como bien describían los budistas) desear es dolor... ¿querer en que puesto queda?.
Y cuando esperas... como bien imaginas... ¿cuándo es el momento?, si cada uno de ellos lo és, ¿cuál es el mio?.

Qué es más extraño.
Querer o esperar.
Si cada acción de esta incognita nos lleva a más preguntas sin respuesta...
Lo más acertado es no pensar en ellas esperando respuesta, sino que esta pregunta sea la excusa perfecta para sacudir nuestro mundo cada "x" tiempo...
Y poner en duda nuestros propios limites.
Que son pocos.
Y cobardes.