martes, 19 de octubre de 2010

rePolarización, singuLar.


Heridas, que sin sangre cicatrizan.
Sangre, que se corta antes de coagular.
Y se retira corriendo hasta el apex de tu corazón. Entre ventrículo y pericardio, el lugar perfecto, para dejar de sentir y dejarte llevar por cada... irremediable latido.
El lugar de vacaciones perfecto.
Un todo incluido, sin oxigeno ni portes que pagar.
En el último rincón donde ni la cobertura sabe llegar.


Donde levantarías tu casa, perfecta, a tu medida, con cortes de luz a todo riesgo. Monstruos en los armarios y sótanos llenos de recuerdos que llenarían todo un fin de semana húmedo y caliente en el sofá.

Dentro de tí.



Donde moldearías ese miedo. Esa mitad aventurera o conservadora que te arriesgas a proyectar en cada beso a desconocidos que ofreces. Y le dejarías que hiciese todo lo que quisiera contigo.
Llevarte al infinito, y traerte justo a tiempo a casa.
Para echar cuentas en el baño con una sonrisa. El espejo que pone limites a tu horario.
Tu propio diario en imágenes.






Y volver justo a la hora a tu casa.
Beber agua.
Meterte en la cama.
Y dejarte invadir.
Por el pensamiento y la sensación... de que haces lo correcto.
Y encima, está bien hecho.

Te sonríes.
Estás guapa.o.
Y no vas a volver a contar nunca más, cuantas arrugas tiene la almohada. Porque en ese instante.
El sueño se hará dueño de ti.

Y mañana.
Volverás a construir.
Un final igual.

















Angel Bueno.

Cada aliento que escapa, tiene un sentido.
Una orientación y una intensidad.
Igual que nuestros actos.
Y nuestro destino.
El que se escapa y el que logramos retener.

Y cuando llegas al punto de que a tu alrededor solo ves ruinas.
Y tú estás en medio.
Es cuando toca sonreír.
Y disfrutar del instante.
Estás vivo. Y cuando todo esté listo, tu habrás sido el principio y el final de está história.

Tú.
Y nadie más.

jueves, 14 de octubre de 2010

desenGaños, sin anaLgesia. Largas coLa, sin esTar en la lisTa de espeRa.


Hace falta tiempo.
Reglas.
Y un juego.

Un desespero.
Y alguien que lo permita.

Hacen falta dos.
O varios compromisos.
Que unan o des.unan.
Dichos permisos o com.permisos.



Hacen falta dos.
Y uno que rompa el hielo, con un golpe seco.
En el suelo o en el deshielo, esta el secreto.
Solo hace falta tiempo.
Y un fuego.
Que acelere el momento.


Hace falta.
Y sobra.
El verso.

Para agarrar con fuerza el primer instante.
Dejar sueltos y juzgar el resto de texto.
Que no importa el autor si define.
El hecho.

Y el hecho.
Es que hemos llegado solos a esto.






Dime de frente que el silencio marcará las noches de conversaciones que nos prometemos.
Que la sinceridad frenará el compromiso por hacer algo que construya en vez de destruir. Este inmenso rascacielos estipulado. Por un puñado de besos.
Y que el stop.
Es que vas a empezar a quererme con el hecho y no con el dicho.
Porque ya se sabe lo que se dice...
que del dicho al hecho...
Hay muchos besos, promesas y demasiado trecho.












Angel Bueno.

Quién no hay rezado con discutir al infierno porqué está él, siempre debajo.
Y el cielo arriba.

Si llego antes al suelo que al cielo.

Y si lo difícil es quererte y alzarme.
Dolerme tanto esta herida debe de ser por el suelo y no por amor.
Que la caída es por mi culpa y no porqué hice el bien.
Porque si hubiese sido así...... quererte no me tendría que doler tanto.


Y si es verdad que el paraíso es estar contigo... alguien se equivocó ubicandolo... estas en la tierra y no en el cielo. Formas parte de mis caídas y del dolor que me creas. Y esto es lo que me hace estar cerca de tí y... valorar... después del golpe. Lo interminable que se hacen tus abrazos entre la sabana y el colchón... y lo duro que és el sillón sino estas conmigo abrazándome por detrás.





El dolor es real si tiene algo que enseñarte. Sino... es avaricia y ignorancia.
Y estas, son dolorosas de verdad.

... un día cualquieRa. Sistólia rompedora.


Desde el último aliento que escapa sin las maletas hechas.
Hasta el perdido eco de algún latido que dejó de existir, hace poco (lo digo por el calor que dejaste en mi pecho), por algún lugar perdido entre el fonendo y el mediastino.

Cuesta regresar.

Porque existen momentos o periodos, que las palabras reposan, para dejar paso a los acontecimientos.
Algunos rotos, otros recompuestos.
Algunos pegados con celo, otros que parecen haber salido de alguna película de miedo, mal producida.

Y entonces llega el momento. La noche, o el final del día.
Que sientes la necesidad, de volver.
A ser quién eras o de volver a observar lo que dejaste a medias.

Bien o mal hecho. Pero observar no hace daño a nadie... y menos si ese nadie eres tú.




Y aunque sea reducida, hasta la lista de lectores, que hacen suyas mis memorias.
Siento la necesidad de volver. Aunque solo sea para observar. Y redactar.
Esto que un día empezó sin más.
Espontáneamente.
Como las mejores cosas que pasan a los largo de nuestra vida.
Sin esperarlo.
Y como las peores.
Sin estar preparados para ello.












Angel Bueno.

Hay individuos que presentan un "come back", como algo esperanzador, o nuevo, o simplemente o una victoria después de un desolador silencio.
Yo me presento de nuevo.
Como quien se presentó un día al principio de este blog.

Un enfermo de vida. Que mientras sienta.
Y pueda haceros sentir.
Llenará de similes, de hipérbatons, hipérboles y imaginación. Vuestra realidad, pasada, presente o futura que llena de....
....
Respeto.
Desde lo más profundo de nuestras pupilas, hasta el último punto de nuestra piel, que aún no hemos estrenado.

Este soy yo.
Y esta es mi historia.