Desde fuera.
Árboles dejándose llevar, en este baile soy el último, espectador.
Solo y sólo, apoyado, en el rincón que jamás espera respuestas inmediatas.
Suspirando por todo el camino que se ha resvalado por mis pies... ignorantes al caminar.
Este es el resultado o no, de todo un deseo.
De una fuerza que me ha tallado en millones de momentos y esperanzas, deseos y frustraciones de una misma persona.
Que esconde millones de lágrimas y que disfruta a solas de las mejores sonrisas.
Que comparte las lágrimas ajenas y que provoca las mejores risas a su alrededor.
Y descuida su reflejo, porque es el que proporcionan, muchas veces, su mejor entorno.
Ellos.
Que dan el momento.
Y la sabiduría.
El instante.
La mueca.
El reflejo y la merienda.
De un alma hambrienta.
De ellos.
Desaparecido.
Y ajeno al lugar.
Se camina entre miradas y agradeciendo el permiso de esa situación.
Desconociendo el entorno y luchando por una mejor visibilidad.
No siempre es la prueba de la existencia lo que mejor se ve, sino lo que más profundo percibes.
Y sientes.
Cuando se da el instante.
Y funden chispas en espacios por momentos estrechos.
La union consolida el viaje. Y el fin percibe al medio como la fé del tiempo esperado.
...
Desconfianzas y desprecios.
Porqué el prisma no es el adecuado.
Y cuando conseguimos mirar.
Nos damos cuenta...
que existen muchas cosas por las que dar las gracias, y pocas por las que dejar de luchar.
Somos vida y luz.
Y hasta la oscuridad, no sabe existir, sin tu ausencia.
Angel Bueno.
Estudias toda tu vida, aprendes y evolucionas, te graduas, te diplomas con honores y esperas que la acción llegará a tu vida como un torrente en primavera de agua fresca.
Y resulta.
Que no es así.
Que el seco caudal.
Sigue seco.
Y de repente, en otoño, cuando según la experiencia, todo empieza a morir...
El rio empieza a vibrar y piensas llenarte de agua y de sed.
Y resulta.
Que no es así.
Que el seco caudal.
Sigue seco.
Y de repente, te das cuenta.
Que siempre esperabas agua que bajase por tu camino, y no bajaba agua, sino algo diferente.
Personas.
Experiencias.
Experiencia.
Dolor y una base.
Que te enseña la cara más dulce y como es normal la más amarga, de querer y cuidar.
De ayudar y aprender.
De que te quieran y te consigan ver... como tú te viste en aquel espejo... al que pedías, agua en primavera y viento en otoño.
La vida da mil vueltas y en mi camino se están poniendo personas que aun no siendo su mejor momento, saben sacar el lado positivo o no, de su presente. Y me desnudan sorprendentemente una nueva cortina, con la que he logrado ver un nuevo horizonte.
Tan lejos y tan bello.
Que asusta.
De momento, me conformo con sentarme a su lado, y esperar que me sonría y que se de cuenta de que estoy ahí por un corto periodo de tiempo en su vida, pero nuestro.
Una mirada.
Una caricia.
Un beso o un abrazo.
Un silencio.
O una experiencia, tanto buena como mala.
Que nos una y que selle ese momento...
Ahora algo suyo formará parte mia, y algo mio será parte suya... y eso no se lo quitará nadie.
Ni a ellos ni a mi.
Que te parece...