lunes, 16 de noviembre de 2009

DeuDa loboTomizada, viDa encajada. Un recuerDo olvidado. Un olvido reCordado.

El otro día fuí donde la primera vez. El mismo banco, el mismo escenario. La verdad es que parece que escribimos nuestro destino en ese lugar. Es todo tan mágico, tan tranquilo... está como dormido y aquella noche las luces celestiales iluminaron nuestra escena. Chica conoce a chico, chico se pierde en los ojos de chica, chica se guia por el perfume del chico, hasta sus labios...

Una eternidad, y ahora la verdad es que no me creo que me atreviese a respirar sin pedir permiso al director de toda la creación. Un atrevimiento.
Y el beso quedó en segundo plano, tus ojos se clavaron en la luna, desde entonces, esta, se averguenza de la osadia... y perjura que se las verá contigo algún día las dos, desnudas en la arena.
Recuerdame si no es el día que nos hicimos uno, porque si es así, sé que saliste victoriosa y ahora entiendo porque ya no hay luna llena.


...



La marea sube.
Y mi corazón se altera.
Ahora nos abrazmos.
Ahora despertamos.
Estamos los dos tumbados.
Desayunamos perdidos en los labios del otro.
Los besos se confunden con las caricias.
Y el frío se toma un café al lado. Se cansó de abrazarnos al ver el fuego que despertabamos con cada roce, con cada contacto. Chispazos.

...

Pero, ahora el recuerdo refugia estos sentimientos, estos olores, estas luces...
Y melancolico, averiguo la formula para encontrarte de nuevo.
Si el camino que nos separó, se cruzará algún día... y si el camino seguirá siendo camino y no un atajo.




...
Las desdichas de la vida.
La vida hecha una desdicha.
Alcoholizada llora al tiempo, el dinero que tiro en las vegas por esa mujer. El tiempo le hace firmar un consentimieno informado, y lleva a acabo la lonotomía más cruel y bestia de la historia...
La vida, vegetal, refugia solo suspiros. Mientras que en su interior se retuerze de dolor de amor, su expresión es de indiferencia... ahora ha aprendido a olvidar y le han obligado a remediar sus actos, con brutales amputaciones.
Ahora que ha atajado...
No sabe encontrar el camino correcto.
El camino que le lleve.
El camino que le conduzca.
El camino.







...
Y ahora que he recordado cómo olvidar, voy a olivarte por completo.
No sé quién eres, ni qué me dijiste.
No sé cuantos besos me diste, ni cómo me acariciabas el pelo.
No me acuerdo del lugar, ni de la fecha que me quisiste.
No recuerdo qué tiempo hacia con el primer te quiero.
Ni si fue mirandote a los ojos o a los labios.
Tu olor fragua entre tantos que he olvidado todos para asegurarme que no estas ni en mi mente, ni en mis manos, ni en mis ojos, ni en mi nariz, ni en mis oidos.... ni en mis labios.
... Pero ahora que he recordado olvidar. Te olvidaré. Para poderte recordar.
Porque me gusta el banco de aquel lugar.
Porque me sentaré una vez al mes, una vez en la vida, con una cerveza en la mano. Y viviré el olvido, recordandote con la suficiente fuerza, como para reproducir de nuevo... el último beso. La última noche estrellada en tus ojos. Los últimos ojos estrellados de la noche.











Angel Bueno.

Sé que es largo.
Sé que es pesado.
Sé que leer no conduce a nada, ni pretendo que lo haga.
Hay veces que leer convierte en tuya la letra, y por consiguiente el sentimiento.
Y si sientes cuando lees... es que por largo que sea, es tuyo.
Es mio.
Es de los dos.
Y eso ya no nos lo quita nadie.
Y eso ya es para siempre.
...



Lee. Siente.
Pero porfavor... Siente-lo. Sino... apaga y vamonos.







Suena....


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