aneUrisma, doble o naDa.

Vaya. Entiendes de lugares, momentos...
Entiendes de silencios y de besos.
Entiendes cuando callas y entiendes cuando te decides a escuchar.
Entiendes que un café a medias siempre te mantiene más despierto que tres litros en la cama pensando lo indigesto que es resolver lo reacio que es el dedo del presente pulsado la velocidad máxima.
...
Es curioso. Ahora me doy cuenta.
Que no puedo dejar de pensar en tí.
...

...
Vaya.
Ahora que me hacía la idea de que no podía estar mejor, o peor, apareces y me llenas de sonrisas la cara. Y las lagrimas que hipotecaron en su momento el presente, me piden prestamos para poder salir de fiesta las noches de luna llena. Y de sentimientos en tú piel, flor, a flor de piel. Y de sentimientos tengo varios flor, en tú piel.
Gustos. Y gusto el poderte conocerte. Porfín algo me sale bien, aunque no sea obra mía.
Debes de estar enviada por alguien.
Alguien tubo que darte el recado de bajar aquí abajo y hacerme trizas la piramide con bases de corcho blando en la que intento teñir de perenne la motivación con la que intento seguir adelante.
Ahora y a golpes de caricias, tú, flor, me está poniendo la piel, a flor.
Baja hasta la pelvis. Y describeme tus planes.
Ahora no puedes huir.
Ahora ya estoy aquí.
Ahora... vaya... vaya si huiremos juntos. Y no habrán retrovisores demasiado grandes, ni demasiado pesados.



...



Vaya.
Quién fuera niebla. Y gobernar tus sueños.
Y presentar mis respetos al dueño de tu imaginación.
Al dueño de tus besos.
Al aliento que desperdicias cuando maltratas tu espejo.
... Vaya.
Ahora despierto y tengo ganas de conocerte.
Dejame recorrerte...
Mi dibujo esta justo detrás de tí, y junto a mi te enseñare los recorridos que no conoces de tu cuerpo.
Ahora vas a aprender, que remar contracorriente tiene su sentido.
Tiene un proverbio chino..... "las grandes almas tienen voluntades, las débiles tan solo deseos...".










Angel Bueno.
(proverbio chino real).




...
poner la puntilla al deseo, es justificar el porqué te has lanzado a el.
La verdad es que simplemente estas ahí. Y yo ya no tengo nada más que hacer.
Ahora los dados de nuestras voluntades, giran y giran, y desean parar un segundo, amarse juntos una eternidad y continuar rodadon, finjiendo que jamás hicieron trampas.