martes, 29 de diciembre de 2009

una PEEP demasiado alTa en el ambienTe...



Desde que cojea mi teclado, mis muñecas soportan todo el peso de mis letras.
Y desesperan mis dedos, jugandose el centro de mis frases, cómo si se acabará el movimiento para siempre, como si este fuera el último punto y aparte.


Desde que explota mi mente, mi cuarto está hecho un asco.
Mi desorden juega con mi espacio, ahora el que domina el caos ocupa casi todo el espacio de mi cama y yo solo me conformo.... algunas veces... con escuchar la radio.


Desde que desarmo mi paciencia, mi pulso juega a desafiar mi paso.
El camino tiene el stop fijado, y mi corazón acelera en este semaforo pintado de rojo... acabando con mi poca paciencia, bastando una mirada fea para que cambie de color y tiremos millas fuera de esta intersección.


Desde que ya duermo. Mis deberes fijan los pilares de esta nueva habitación. Habitada por el desorden caotico, con semaforos fijos en rojo y teclados a ras de suelo...
Con paciencias en peligro de extinción y verdades vendiendo fármacos psicotropicos.
Ahora que ya duermo...







Demos una prorroga a esto. Confiemos en mí.
Al fin y al cabo.
Ahora lo que mas importa no es esto.
No eres tú.
Ni yo.
Ni nadie.
Es esta obra.
Y debemos acabarla.
...

Confiemos en mí.
Al fin y al cabo...
¿en quién sino?
Quien empezó esto, no quiso saber como acabaría...
como lo pienso acabar yo... jamás me preguntaré porqué empezó.


Así que.
Bienvenidos.
A mi humilde.
Corazón.
A mi humilde.
Habitación.
A mi humilde.
Razón.



Para perderse.
Desesperarse.
Encontrarse.
Aliviarse...
Enamorarte.
Desquiciarte.
Engañarte...
Pero...
Humilde mentirosa con pasión de tonta.
Bienvenida de nuevo.
A tu historia.












Angel Bueno.

Con un beso.
Dominaste tu mentira.
Con un gesto.
Besaste tu ignorancia.
Con un abrazo.
Sellaste tu ironía.
Ahora que marchas.
Y te empachaste con tu obra.
Vomita agusto tu historia.

Justa es la vida, cuando la violas con mentiras.
Lobos disfrazados de ovejas.
Jugando al dominó.
En esta habitación...
Animales los justos. Que para eso ya estoy yo.



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