miércoles, 9 de diciembre de 2009

el reloj bajo una TormenTa Hipertensiva.


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... llueve.
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... este ruido me está volviendo loco.
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... ahora que ejercito mis oidos, jamás habría apreciado tanto el frío de cada gota como el de esta tormenta.
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... Dios mío. Ahora chillan hasta las ventanas, ahora que sé escucharlas, ahora que primero les he llorado yo. Chillan desconsoladas. Empapadas de tormenta.
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... debería de aprender a callarme. A quedarme quieto y dejar de funcionar sin sentir. De sentir sin vivir. De vivir sin disfrutar y sin sentir.
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... cientos de aromas, de fugazes centinelas, acabaron con mi sufrimiento. Un rayo de luz evaporó el abanico de gotas que mis ojos cobijaron.
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... es cierto eso de que la primavera llega de golpe, pero no en pleno invierno. Ni de impulsos nacen las flores, ni sin capullos huelen las rosas... Es extraño que el sol me chille al oido esto ahora.
Sin culpables en el registro, solo me despido yo. El caso omiso que le doy a mi conciencia, las noches con miradas al relog de arena... Cada grano de presente, le pido perdón por ignorarlo.
El futuro me pinta colores extraños en mi cuarto.
El pasado desaparece entre letras con nuevos aires aromáticos.
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... y tú. Sigues sentada mirando la pantalla. Rezando a mis palabras, frases que te hagan olvidar, presentes que te abruman, futuros que deseas, y, pasaportes sin vuelta a un pasado que... derramas con tus dedos sobre la pantalla... húmeda... de tantas duchas en la habitación... esperando...
Qué no me vaya. Que no deje de existir. Que siga despierto y mirando que sigues ahi...
aquí...
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... with me.













Angel Bueno.

Llevo el pasaporte mojado de esperarte bajo la lluvia.
De los viajes que prometimos, solo hicimos uno, hasta este punto de salida, al que no llegas... al que haces tarde.
Y dependo de este momento, no sé si marcharme y que pienses que no te he esperado lo suficiente.
Y no quiero dejar de luchar.
Que sepas que enfermaré si sigo sin huir de aquí.
Y que desde que me dijiste que existia para tí, este momento lo he ido planificando hasta que empezó a llover... y tu dejaste de aparecer.
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...... ahora... te volveré a llamar, a ver si das tono.



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Quizás... me equivoqué yo de hora.
o no.

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