viernes, 23 de octubre de 2009

salvanDo mi viDa


Hay que conocer el mañana, aunque sea en pijama y listos para dormir, que la alarma se anticipe diez minutos, para podernos preparar, para darnos un respiro y respirar... Que el ambiente esta cargado y yo soy asmático.... que desde que lucho por los cinco minutos más, la digestión pesa más que las injustas multas en doble fila pagando en "la caixa" la anterior, que por cierto, era más injusta todavía.
Y bueno. Que dormir no está tan mal, pero despertar está mejor, y si queda en el recuerdo que en el último esfuerzo por abrir los ojos estaba abrazado a tu espalda y que mis manos notaban el calor de tu pecho... pues mucho mejor la verdad.
Que da igual si son cinco minutos (que mejor 120...) y que si me dejas solo taparme y pelear contigo toda la noche para cojer la colcha por el lado donde es más gruesa... pues vale la pena.
...

Porque las pequeñas cosas...
Unas risas en el pequeño y cutre comedor de una casa en medio del barrio de llefía.
Un abrazo de buena mañana en la cafetería con la cartera aún colgado de las espaldas...
Estirarme en el coche de aquel amigo que se ofrece todas las mañanas a llevarme a la universidad, y aún más gratificante aún, que sea buena compañía...
Pensar que es el último día, y que tus amigos coman contigo un pepito en el Alfer, disfrutar de ellos una tarde y descubrir que esos tres años han valido la pena...
Besarla. Y pensar... que son los mismos labios que aquella noche fría te lanzaste a probar... que por probar se acabaron pegando para siempre a mi alma.
Por saber, saber que el no saber nada y darme cuenta de ello de la manera menos ignorante es lo mejor que me ha pasado en la universidad...
Quitarle el agua al café de la uni...
Subir las escaleras y encontrarte al Diego o a la Cristina en el tercer piso y comentarle las ganas que tienes que nos den clase...
Ir a la pilar flor a quejarse, o a pedirle algo...
Putear a los de primero...
Las risas, a pleno sol en el jardín lleno de rastros de conejos... y grabarlo.
Estirarte en el hierba y notar que eres afortunado, que vales la pena. Que un día echaras de menos esa sensación y quedaran buenas palabras que la definan... y buenos recuerdos, y buena gente que de fé de ello.
Por la gente.
Por el hecho de conocerlos.
Y por haber crecido con ellos.


Esas pequeñas cosas, que dan sentido a una vida, ni amplios sofá's ni casas enormes, ni comidas lujosas ni sitios de ensueño, ni dinero para todos y por todo, ni coches deportivos...
El resultado de una lucha. De una lucha dificil.
TÚ resultado.

Eso vale la pena, por eso lucho y por eso escribo.
Por vosotros, por mi, por ella, por él.
Y por el futuro.








Angel Bueno.



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