martes, 18 de noviembre de 2008

Farmacología para el recuerdo.


El otro día, estube recordando gracias a una canción de los Gipsy Kings, los viajes que de enano hacía casi semanalmente hacia mi pueblo.
Y no porque fuera arduos, sino porque ese grupo, siempre ha sonado en el casette viejo del viejo Ford Guia Nomada blanco que tantos kilometros nos dío sin protestar. Cintas de los Panchos y los Gipsy Kings, añadiendo algunas de autores que no recuerdo, fueron la melodía con la que me dormía en el amplio (de pequeño lo era) maletero de aquel familiar.
Y lo recuerdo con nostalgia y felicidad, ya que la tos seca de ex-fumador de mi padre, retumbaba en el pasillo corriendo hacia abajo, ya que saliamos tarde y podríamos pillar la tipica caravana que evitabamos saliendo de casa a las 4:30 de la madrugada.
Y yo, el último, en pijama y con una almohada debajo del brazo, como en cualquier pelicula Americana, pero en versión Española, casi dormidito, o era llevado por mi madre en brazos, a la que siempre le caracterizaba el entusiasmo y la perfección con la que llevababa el viaje, o por mis hermanos, los primeros que bajaban y los primeros en protestar, ya se sabe, la etapa adolescente.

Y me gustó, en definitiva, escuchar canciones de esos grupos, porque mientras el camino se me hacía a mí más corto por la siesta que me echaba, los demás las cantaban y creo que inconcientemente se quedarón para siempre grabadas en mi cabeza y con nostalgia en mi corazón.
Lo mejor era despertarse, asomarse y ver a toda la familia en el coche, todo desde atrás.
Era un marco incomparable, y mientras yo observaba un mundo desconocido para mí, la carretera, mi familia intentaba vigilar que mi padre dejara de acelerar y que yo no hiciera ningun "milagro".
Era la magía de ser pequeño.
Magia que convertia el polvoriento maletero de un viejo familiar, en una habitación secreta que podría contener tesoros.
Magia que hacia de un maletero con una sabana y un colchon fino, un rincon personal, que deseaba proteger, hasta que mi peligroso crecimiento impidió de esos viajes, cómodos billetes de primera clase hacía las vacaciones perfectas, a los cansados viajes incomodos, apretados en la parte de atrás del antiguo familiar, que a todo el mundo le dolió cuando lo cambiamos por el Focus.

(Curiosamente parecido al viejo)


Bueno, en definitiva, mi infancia despertó, una tarde cualquiera, cuando la melodía que guardaba mi corazón, exploto en los auriculares de un novedoso iPod Touch.
Para ellos una canción con ritmo ya antiguada.
Para mi.
Evocación de imagenes que seguro, me harán valorar, los buenos momentos de mi presente.







Angel Bueno.
...

Ha sido un momento de recuerdo...




Volare_Gipsy Kings

1 comentario:

Ramby dijo...

Abueno!!! ke grande tio!!! de vez en cuando me pasare por aki para comentarte cosas!! jaja aber si nos vemos por el CS jajaj

Ramby!!! jaja