miércoles, 10 de abril de 2013

Puño Percusión. Y arder con un segundo en mis Manos.


Hay veces que hablar de que estás perdido es sintoma de que conoces el camino pero és demasiado para tí, en ese momento o en otro, en un futuro no muy lejano. 
Sucede que sin planteartelo se inmovilizan tus sentidos y quedas absorto. En silencio rescatas un momento y observas tu entorno.

Date la oportunidad de dar un golpe.
Uno que suene.
Que nos despierte y nos lleve a donde la tierra sepa que estamos de nuevo encima de ella. 


Lo difícil de este sonoro reclamo de un dolor propio, es que confundimos decisiones y realidades.
La autodestrucción de uno mismo y el surfear la realidad como si fuera una ola rápida que se va a escapar... nos hace caer en un bucle que no tiene ni dirección, ni significado. 
Ya quedaron atrás los instantes que eternos hacían los latidos que admirabas en el cuello de la mujer que amabas. Y que estos rítmicos y seductores latidos te hicieran caer en el sueño más profundo y amnésico que recuerdas. 
La calidad de ello, era que el infinito no tenía lugar en ese espacio. 
Ni el infinito ni el destino.
Solo importaba su piel y su corazón.
El cómo fuese a terminar el mundo daba igual, sólo deseabas verlo latir una vez más y así completar el enigma de (cómo podía hacerme sentir que...)... "si sigue latiendo así caeré de verdad hasta el fondo de su alma y ya no podré salir más". 






Un golpe. Y una oportunidad.
Un reclamo de un dolor propio, sin tener que confundir decisiones ni realidades.
La tarea más difícil que al ser humano se le obliga a atender a lo largo de su trayectoria.
Conocerte frágil y desnudo frente las pruebas de la vida.

Sin desearlo y obligarte a aprender, a respirar, a despertar otra vez.


Un golpe, tuyo.
Y darse una oportunidad.
Que aquellos instantes que ya son parte del recuerdo formen el gesto que te haga moverte de nuevo. 
Que su sonido que reina en aquel profundo regazo en el que caíste y del que no saliste, suene durante los quejidos sordos de dolor que gobernarán cuando golpees de verdad... esta obsoleta realidad. 

Solo necesito la chispa cariño.
Estoy buscando, dame un segundo.
Que de todos los que me acarician el rostro, ninguno me ha preguntado....
¡¿Vamos?!














Lucas Bueno Luna.

Dos piernas.
Dos pies.
Un movimiento.
E inercia.



Dame una chispa y prenderé fuego a la vida. 

2 comentarios:

Petrus dijo...

¿Vamos? :-) me alegra ver el cambio en tus palabras.

Petrus dijo...

¿Vamos? :-) me alegra ver el cambio en tus palabras.