domingo, 27 de enero de 2013

Qué sentí, durante un segundo de esta asistolia.


Que la noche no venga. Que no se atreva a llegar. Mi miedo se viste de valor, pero cuando hace frío, la ropa cae y la ignorancia de la osadía, desnuda mi voluntad. 

El miedo corre desnudo entre asfalto y acera. 

Que la noche no venga. 
Que no me pille despierto.
Que este silencio oscuro no gobierne mi conciencia. Mi percepción de la realidad.
Que el amanecer sea mi primer segundo y el atardecer el último.

Que este hueco sea suelo. 
Y que los pozos donde lancé mis lagrimas, rebosen de agua.
Que los recuerdos naden entre agua pura y virgen. 
Que este hueco sea suelo y nadie lo pise.

No entiendo el porqué de todo esto.
Y mi sentido sufre de locura.
Ni soy yo el que duerme, ni me despierto descansado.
En mis sueños busco un segundo contigo y sin respuesta me dejas. 
Estos pozos donde busco reflejo y solo veo lagrimas buscar orilla...






Solo cuando cierro los ojos, gobierno mi sufrido instinto. 
Un escalofrío sube y estalla en mi espalda.
Un calor rodea mis hombros y el sabor de lo sensato sale de mis dedos. 
Locura que gobierno con palabras y que desato con gritos y lágrimas.

Desearía tantas cosas...
Y me obligas a respirar. Esperar. Respirar. Esperar.
Un latido descompasado.
Un suspiro a destiempo.







Sé ha donde debería llegar. 
No sé cómo hacerlo ni dónde está el camino. 
El tiempo va en contra. 

Supongo que esto es así.
Dejar de sentir y comenzar a aprender.
Cómo vivir solo.
Y sólo vivir.

La lucha que debo perseguir.
Ni trabajo, ni dinero, ni amor.

Sólo Vivir.
Y que si lo ves o no.
Esta luz que me tapa la cara sea la prueba... de que un día hubo sol.
Y que desde que te levantaste al amanecer.
Dejaron de brillar los días... y las noches me persiguen desnudo... entre asfalto y acera.
Desnudo de valor, desnudo de ideas, de fuerza, de coraza.
Solo mi piel, el frío, la oscuridad y el miedo.








Angel Bueno Luna.

Que la noche no venga.
Que no me vea despierto.
Que no me consiga inundar. 

He encontrado un cuerpo abandonado que gobernar, tengo mucha faena, mucho que recuperar. No sé si lo conseguiré, ni si lo veré acabado. 
Solo sé que si lo logro o caigo en el intento. El esfuerzo será en tu nombre.
Y que esfuerzo sean ganas y que tu nombre me de luz.
Porque aquí hace frío y no sé cómo estás tú.

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