lunes, 3 de mayo de 2010

sensuaL y seXuaL, un maTrimonio... con el sMarch puesTo.


Lagrimas.
Cielos repletos de llantos.
Dejaremos caer hasta la última gota... si de mi dependiese... agua abajo y viento arriba.

Azul el cielo y grises tus ojos.
Blancas nubes y morena tu piel.
Despejado el cielo y chispeantes nuestros labios.
Desdibujado el horizonte y contorneadas tus curvas.
...
Si de mi dependiese.
Ropa abajo y brazos arriba.
Arreglaremos esto.
Pero antes.
Desnudate.

Haz de tu cuerpo una desnuda intención.
Que silbe el viento al rozar tus pechos.
Que el pelo baile a golpe de alientos, y te levante los ojos y me encuentres al frente.
A tu altura, a tu nivel.

Tumbados o de pie.
Si no sabes qué hacer, guiate por mi.
Bailemos sin querer, hasta el amanecer.

Si de mi dependiese.
Notas vacías, novelas por empezar.
Argumentos en almohadas, vidas repletas de oportunidades y de vidas.
Siete o seis, intentos de suicidarte.
Sean suficiente, para renacer.
Y desnudos.
Despojarnos de lo último que hay que perder.
La sonrisa.


Si de mi dependiese...
Clavaría con ella todo lo que sobra de mi maleta en esta pared fina e inquieta.
Y cada mañana al despertarme, con los pies en mi cama, empujaría más al fondo... Todo lo que hace que me despierte, 2 minutos antes de sonar el despertador.



Y que tú soples mi nuca.
Enrollada en mi espalda.
Esperando que abra los ojos y me gire para corresponderte.
... achucharte y unirnos.
Sin quererlo y sin dolor.
Juntar los dos pechos estrechos, en esta cama fina y gritona.
Que se calle el despertador.
Ahora ya estoy en el sueño donde quiero dormir.
Y cueste lo que cueste... no me voy a ir de aquí.













Angel Bueno



Si de mí dependiese.
No dependería nada más que el campo de acción de tus necesidades.
Que sepas guiarte sin mí, pero conmigo.
Que quejarnos sea del final y no el camino.
Y que si dependiese alguna vez uno del otro. Pararse a tomar un café y rescribir los sueños desnudos en una servilleta de papel, sea el primer deseo antes de romper con este cristal frágil y indefenso que forman nuestros besos.
Que no sepamos volver atrás si no es a golpes. Y que estos no sean por nuestro final. Sino por decisión propia...

Porque a golpes se aprende.
Ya que con olvidar no basta...
hay que jugarsela...
y correr hacia el muro.
Si es de cristal... fuiste burdo en atravesar... si te golpeaste y ahora no sabes cómo hablar...

Levantate... aún hay mucho que andar.

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