miércoles, 23 de junio de 2010

evolución, con 10 U.I. de insulina. Esto no hay quién se lo Trague.


Es.
Y lo será durante algún tiempo.
Realidad.
Fracaso envuelto de una funda de caramelo sin azúcar.
La verdad engañando al gusto.
Amarga sensación de que te han timado.


30 segundos de intro.
Que repito durante veinte minutos.
Para realzar, reflejar, oscuras y cortas noches que relacionan estrechamente estas lineas con mi respiración.
Es lo que necesito y eres asidua/o a estos tipos de fracasos, no te hagas la sorprendida si inundo el espejo en el que te animas cada mañana.
Es mi tiempo muerto.
Y así se queda el color de este sentido.
Parado y paradigmático, efecto Doppler.
A un lado mi esfuerzo y al otro tu recompensa.
¿La encuentras?

Es difícil ver belleza entre tanto papeleo y peleas sin firmar.
Pero resultados vestidos de engendros malcriados, a docenas invaden mi tiempo.
Perdido.
Tiempo muerto.




Escrito para un momento, pensado para que dure un verano.
Encierros en mi salón, escondido en mi habitación. Planteo sol y sombra, entre nevera y sofá. Esto promete.
No es oportunidad.
Ni casualidad.
Es esperanza.
Y verdad.

La que se merecen.
La que no tengo.



Cúlpame.
Dime que no sé, que esto pinta más con tonos degradados que con ciertos y latentes colores primarios. Pero no me hables de que solo me van las películas en blanco y negro, porque si poner subtítulos a una teoría para adaptarla es hacerte un flaco favor, antes demuestrame que sabes de qué estoy hablando.








Angel Bueno.
Ciertas pruebas enlazan la decadencia, con el tropiezo consecutivo de un ser con hipótesis fuera de lo empírico. Cuando nos enlazamos a lo empírico, desatamos la crueldad del azar a nuestro propio paso.
Es difícil creer que aún hay población que aún con selección natural de por medio, siga sintiendo que el camino lo escribe su empirismo, su azar, y no le den el 100% de responsabilidad a él, sino a su intelecto. La justicia muchas veces la rige el rencor y el paso casado con el azar, que (a mi pesar) la cierta verdad de la rigurosa lógica de causa-efecto.

Y que esta me deje a mi tirado en la cuneta, aún reafirma más la mínima esperanza de que después de este bache, Charles Darwin sepa lo que decía y que a esta gente, le clave remedio la justicia genética del futuro.
Esto es todo o casi todo.

1 comentario:

yus dijo...

Eres increíble, Ángel. Sublime.