Silbidos que naufragan entre orejas ignorantes. El final de un silencio que nota pasos detrás suyo. Saber que el dolor conoce más de tí que tú mismo. Y que este sentimiento conduce tu camino y tu duermes... Como cuando eran vacaciones y tu padre conducía al amanecer hasta el destino. Difuminarse entre secretos que muestras con tu mirada perdida. Desearte buena suerte y que lo que ocurre pase tan rápido que ni la suerte ni tú os habéis deseado volveros a ver.
Conozco ese camino. Tu sonrisa y la gota de sudor que empapa tu mirada. Sé lo que sientes y me sorprende saber que tienes oxigeno para pensar. Desde lo más profundo de este sueño, gobierno la oscuridad. No lograré respirar, pero un día cogí aire ahí arriba y no lo soltaré jamás. Y si lo suelto... será por la sorpresa... de poder...
Conozco esta silueta. Es una neurona dándome un mensaje. Que no te pierdo y que en la oscuridad, un gris opaco dibuja tus labios alcanzando los mios. Después de subidas impresionantes y alturas increíbles, perdidas de conciencia y de rendimiento... Alcanzar el Amor y observar desde ahí arriba ... Eso si que son vistas. Todo se hace pequeño y la montaña se vuelve a tus pies... un camino que has olvidado para vivir un presente por el que has luchado. No importaría cuantas veces la tuviese que subir y perder la vida en ella... solo por reírme en la cima con tu mano enfrente la mia sin llegarnos a tocar con la piel y si con el alma... Merece la pena. Sin llegarnos a tocar piel con piel... y que el alma encuentre desde ahí arriba, el lugar junto a tí, que te mereces. Que nos merecemos. Angel Bueno Luna. Un amor no tiene fecha de caducidad. Un amor no se gasta con besar, ni con amar. El ejercicio de construir no comporta destruir. Unimos un ejercicio y durará eones frente a la realidad de la gente que lo vio y que sabrá de él... por juglares y familiares que contarán nuestros hitos y nuestra bella obra barroca. Una totalidad en un ser tan caduco. Un sentimiento sin fisuras, envuelto en cristal aparentemente mortal. Tu ves brillar y dices... "Esto lo tube yo una vez y sé lo alto que es llegar hasta donde marca la luz que emite...". Pero créeme. No sabes de lo que hablas. Ni te has parado a preguntar... qué es lo que brilla en este lugar.
Eliges caminos, eliges sentirlos. Y nunca pensaste en el calzado. Existe un espacio, al que llamamos vital. Nos ocultamos y suspiramos formas de hacerlo especial. Deseos, metas, sueños, desgracias, virtuosidad, defectos, miedos y mucho más... Existe un instante, al que debemos intentar alcanzar. No sabemos cómo ni de qué forma, pero siempre corremos detrás. Salimos de este camino cuando queremos descansar, hacer un alto y pensar. Qué hago aquí y porqué me he detenido. Solo cuando paras es cuando te duelen los pies y reflexiones inundan tu pesar. ¿Porqué no me di cuenta antes?. Solo porque decidí parar, mi dolor me pudo alcanzar. Hay veces que esta razón es la que nos hace caminar. Hay ocasiones que es necesario que te duela el cuerpo de pensar y de darnos cuenta... que nunca nos dimos el placer/dolor de parar. Parar. ¿Y qué más? Estoy esperando que este dolor cese y mi mente logre analizar que calzado llevo y con qué debería de caminar. A partir de ahora no sé si continuar o dejar pasar otra época más. Angel Bueno Luna.
Es verdad, sueños inundan mis noches. No solo es el deseo y necesidad de verte de nuevo y de sentirte. Creo que es la impotencia de ver que mi mente te está bloqueando y tus recuerdos merman en rincones dentro de mi... que ni yo sé donde están. No, no te confundas. No te estoy olvidando. Solo que me he dado cuenta que si comparto esto... la gente se adueña y me roba lo más profundo de nuestros momentos. Y eso si que no... Vas a estar en cada sonrisa y en cada lagrima. En suspiros y chillidos. En mis fracasos y victorias. Porque creaste bases dentro de mi... que me tienen que ayudar a aprender.... Aunque hay veces que una sonrisa tuya... valdría para volver hacer de mi perenne invierno, la primavera que he olvidado.
Ha pasado el tiempo, las letras siguen contando las huellas de mis pasos. Explican y rodean con adjetivos y sufijos, mi historia después de la pisada y la huella se oxida frente al cielo abierto.
Transportas ideas, sumerges en fragancia tus pensamientos, completas tu mirada con el paseo de tus dedos sobre mi inocencia... Suspiras... y mi clima cambia... Te alejas y en mí, la vida perece. Enmudezco mis lagrimas. Mis paredes ya no quieren más gritos de impotencia y de dolor. Traspasan y llegan hasta lo más profundo del exterior. Sordo y callado. Parezco un naufragio.
Y bueno, después, rendirse és sentarse y dejarse llevar. Suplicar que el viaje no sea muy largo y que esto acabe ya. De repente ves que el margen vuelve a tu ciudad. Y que puedes volver a pisar asfalto sin quemarte y sin poderlo remediar... Viajas hasta lo más profundo del tiempo. Te ves de pequeño y piensas si es posible que el cambio sea el motor de la verdad. ... No eres ahora. Fuiste así siempre. La pieza diferente que acababa de formar la unidad. Pasión sin temor y candados hasta en las caricias a oscuras. Besos con copyright. Miradas que no te hablaban del ahora, sino de eternidad. He sido así siempre. Y mirarme sin querer, desde el espejo del tiempo pasado. Me hace darme cuenta, que todo eso te lo entregué. Y fue el mayor acierto que mis errores me dejaron cometer. Crecer. Angel Bueno Luna. Siempre se deja para el final, el resto de algo que quedó por contar. Si piensas en que nunca sabremos lo que mejor va en un texto crucial... el final es la sinceridad pura y basta sin filtrar.
El final de una lucha que no llega a golpear... Pienso que el mayor enemigo es el tiempo... y es mi ignorancia de no saberlo medir ni aprovechar. Ni horas, ni minutos, ni segundos... Risas y lagrimas. Miradas y carreras detrás del bus. Un chocolate y una charla. Silencios que matan el hambre. Hambre que sacias con besos. ... Amores que entregas. Que pierdes y recuerdas. Que te hacen único. Cuando creas felicidad y la dejas de perseguir. Es cuando el tiempo para y es para tí.
Conozco este tacto. Algún día noté el frío acompañándolo. Es sugerente. Siente más que asiente. Olvidados en el rincón de este amanecer, la luz ciega mi camino y no puedo ver. La intención era supinar la voluntad, dejarla respirar. Mis pasos sordos están cansados de pisar y que mi cuerpo no note presión. Recordé que dejaste un sonido guardado en un rincón de esta habitación. Recuerdo buscarlo desesperado. Cuando sigo sin verte, voy olvidando hasta tus pasos y tus olores.
Sugerente es, perderse entre la voluntad y las ganas de perderse. Ahora lo único que siento es el humo acariciar mi rostro, envejecerlo y perjudicarlo. Vivir el reflejo de un sentido y comprometido con la búsqueda de un sonido... Castigo ha sido vivir guiado por unos pasos que aún busco y que tengo miedo a olvidar. Si alguna parte de mi se decide a volver a avanzar, comprenderé, que el tiempo gobernará mi miedo y mi dolor, hacia la voluntad de sentirme orgulloso. Poca gente ha sentido lo que me hiciste tú sentir. Poca gente recibió lo que yo encontre entre mis manos cuando tu me diste permiso. Y que me hayas dado la oportunidad de ser yo. Y ser el afortunado. Me convierte en portador de la gracia que tu poseías. Y intentaré hacerlo bien. Te pido paciencia. Te pido que no me dejes solo.
Te pido que me abraces. Y sobretodo, te pido que no olvide, este camino. Angel Bueno.
