Llegaste hasta el deseo, y lo hiciste tuyo.
Convertiste hasta el último rincón de esta arteria, en depósitos de esperanza.
En silencio.
Respiro y despolarizo.
Por miedo a que me escuches.
Y pienses que todo fue a proposito.
...
Poblaste mi organismo, taquicardias y arritmias, siempre que quisiste entrar en mi corazón para gobernarlo, encontraste el vacío y descontrol mejor llenado y organizado que jamás pudiste notar.
Y solo supiste dejarme sentado esperando-te.
Como a cualquier que besas y dejas de hablar una noche fugaz debajo de mucho humo y alcohol.
Pensaste y decidiste que ese desorden no era tuyo. Que compases ordenaban tus labios y que repolarizar era más conveniente ahora en tu vida...
Después de todo, solo era un corazón más.
Donde gritos y confesiones de amor rebotaban dentro del miocardio como sangre apunto de coagularse y destrozarte... o el pulmón o el cerebro. De un impulso y un... "aqui me quedo".
Soy capaz de muchas cosas.
Cosas que no supiste valorar.
Cosas que olvidaste sin más.
Aqui existe vida.
Ni ordenada ni pintada. Pero en algunos casos...
Simplemente late.
Y muchas veces... Solo tenemos eso.
Otra cosa es...
que sepas usarlo.
Desengaños con sabor a menta.
Espaldas con relieve borroso.
Agua que mal uso lanzando por mi mejilla.
Valor.
Y cobardia.
Dos excipientes de este frasco lleno de amor.
Ahora que sé que soy intolerante...
Receteme, doctor, algo de cortis, amiodarona y analgesia.
...Quizas con el tiempo.
Pueda volver a respirar.
A latir.
Y si surge... que sea con sentido.
Angel Bueno
Quién no ha sentido alguna vez.
Que el techo desmonta las paredes.
Y que después de luchar por no verlo,
debajo de tu almohada también las pesadillas saben esconderse.
Y que por construir nos dejamos la vida,
y solo nos cuesta una promesa y un beso o dos... en destrozarlo.
Así somos los humanos y muchas veces por estas personas que nos rodean,
dejamos o no de latir... si ellas están o no están ahí.
Lo veo cada día.
Y lo siento en mi vida.
Y lo siento si no sabes de lo que hablo.
Porque cuando sientas arritmias y la palpitación en tu pecho...
Te cueste respirar.
Y sientas la cabeza tan inchada que va a explotar.
Sabras que por esa persona con la que te has "despistado" un segundo...
es con la que te gustaría despistarte... toda una vida.
Lo importante no es que sea a su ritmo.
Lo importante es que sea un latido.
